La actividad agraria, a diferencia de lo que ocurre hoy, constituía la base económica de la mayor parte de las familias. A mediados del siglo XX hubo una transformación de las actividades agrarias y ganaderas en comerciales e industriales.
El olvido y abandono del medio rural en que se encontraba Irurtzun ha sido total, hasta el punto de que el empleo actual generado por la agricultura y ganadería es testimonial.
Las causas de este abandono no hay que buscarlas únicamente en un trasvase de la población activa agrícola a la industrial. Una brusca reducción de la superficie cultivable, consumida masivamente en el desarrollo, imposibilitando un desarrollo de las explotaciones existentes, ha contribuido también a ello.